Epifanías

Recuerdo haberte mirado entre retazos de humo, con la razon en la punta de los labios y cuarenta horas para despedirme. ((Te recuerdo Amanda, la sonrisa ancha, la lluvia en el pelo, mi mano en tu falda, dibujando un corazón en un pueblo con mar una noche después de un concierto..)). Recuerdo haberte deseado, los movimentos vagos, un rose de tu mano por mi mejilla y un beso dado a la ligera en mi cintura, tres minutos desaparecidos absorbiendo el detalle de tu frente y barbilla perfiladas bajo la media luz de la sala, un apreton de manos, un sorbo de vino, una sonrisa, un comentario que hace eco en el fondo y tu y yo, y cuarenta horas para despedirme.

((Quisiera tambien mencionar ese espacio intermitente entre tus comentarios y mis enojos, entre mis risas y tu felicidad. En la hora 23, pienso decirte que te amo, y salvar ese abismo de palabras. Para la hora 17, estaremos cansados de ser el uno en el otro, y buscaremos el mejor uso de los silencios.. ))